Las escuelas son un caldo de cultivo para los gérmenes. De hecho, según los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, anualmente se pierden casi 22 millones de días escolares sólo por resfríos.

“La vía fundamental de transmisión de enfermedades como los resfríos y la gripe es de persona a persona”, explica Debbie Leger, RN, BSN, CCRN, coordinadora de Community Health & Safe Kids en el condado de Catawba para Catawba Valley Medical Center.  “En las escuelas, los niños tienen mucho contacto durante largos períodos de tiempo, lo que a menudo facilita que los gérmenes se propaguen abundantemente.”
El control de propagación de gérmenes en las escuelas es fundamental para la salud de los jóvenes, pero enseñar prácticas adecuadas de higiene en casa también lo es. La lista que sigue contiene hábitos fáciles de aprender para combatir a los gérmenes que los padres pueden compartir con sus hijos:

• Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar y desechar todos los pañuelos de papel que se usen.
• Lavarse las manos después de estornudar o de toser, después de usar el sanitario, cuando se sale de lugares de “alto riesgo” (por ejemplo: el consultorio del pediatra, las guarderías diurnas, las áreas de juegos cerradas e interiores), al llegar a casa y antes de las comidas o de comer un bocadillo.
• Lavarse bien las manos con agua tibia y jabón durante 15 a 20 segundos. Si no hay disponibilidad de agua y jabón, usar toallitas desechables embebidas en alcohol o gel limpiador.

Debbie explica que “Algunas bacterias y virus pueden vivir hasta dos horas, o incluso más, en superficies tales como mesas de la cafetería, picaportes de puertas y escritorios”. “Lavarse las manos es un hábito que todos los niños deben incorporar. Es una de las mejores maneras de evitar la propagación de gérmenes y las enfermedades”.
Para una demostración de la técnica correcta para lavarse las manos, vea el podcast gratuito de Catawba Valley Medical Center en www.catawbavalleymc.org.